Sunday, October 23, 2005

Me prometí no escribir una maldita palabra con respecto a las elecciones legislativas, pero de una u otra forma siempre acabo dejándome llevar por mi instinto y no por mi meditación.

Hay cosas que no habría que hacer. Bah, tantas que no vale la pena enumerarlas. Salvo las graciosas, a saber.
*Las declaraciones de Juez, inverosímilmente grotescas, pero graciosas hasta el hartazgo. Gracias Luisito, nunca me voy a aburrir con vos en la intendencia.
*Las innaguraciones masivas de De la Sota. Ló único que logró fue hacer que el conservatorio se fuera más lejos y que haya una calle con el nombre de la Mona. Gracias por dejarme mentir creíblemente cuando digo que vivo en "Tru-la-la al setecientos, casi esquina Chevere"; o en "Con la música en la sangre, entre La fiesta y La barra". Gracias.
*La única publicidad televisiva de un partido de izquierda: Macerlo Salas (Partido Obrero), a las dos y cuarto de la madrugada, de menos de veinte segundos. Gracias Marcelo, nunca creí que me iba a emocionar a esa hora de la madrugada, ni compadecerme de un político alguna vez.
*Las propagandas del Radicalismo, hechando bosta a todos los partidos habidos y por haber + las propagandas de Giaccomino, con el eslogan "Yo no miento" y los dedos índice de cada mano en alto + más las propagandas de Kirchener más los muchachitos de U.P.C., terrible fotoshop. Gracias publicistas salidos de la IES o de la Siglo Veintiuno de de la Blas Pascal, jamás pensé que iba a reírme como un descocido en un colectivo.

En serio no voy a hablar por que hay gente que habla mejor y más coherentemente.
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