Estimadas personas que me conocen y que tienen en su corazón una reminiscencia de cariño hacia mi persona.
En mi casa, como sabrán, la situación no es normal. Bueno, resulta que temo por mi propia salud mental.
Hace dos años la situación fue la misma, y Leonel Franco Gabriel Espíndola fue el corazón noble que me aceptó en su hogar por algo más de una semana.
Hoy estoy en busca de otro corazón noble.
Germán.
(no D. P. this time)